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Después de más de 800 años, los arqueólogos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) han descubierto el perímetro de una edificación que se identifica como el Palacio de los Condes de Tusculum, influyente linaje de nobles y papas. La antigua ciudad latina de Tusculum, situada a 30 km al sureste de Roma, gozaba del favor de la Iglesia y de la nobleza italiana durante la edad media. Tal fue su prosperidad, que llegó a competir con Roma por su supremacía política y económica de la época.
La excavación pertenece al proyecto "Tusculum en época medieval: territorio, paisaje, economía y sociedad", que empezó en 2012, y forma parte del proyecto institucional que la Escuela Española de Historia y Arqueología del CSIC, lleva a cabo en Roma desde 1994.
Los arqueólogos, además del palacio, han sacado a la luz, 80 metros de un muro que debería pertenecer a la muralla de la fortificación. "Con el estudio de la muralla, intentamos conocer las dimensiones reales de Tusculum, tanto en Epoca Clàsica como en la Edad Media," comenta la investigadora del CSIC, Valeria Beolchini.
Mas de 15 siglos de Historia
Tusculum, fue reconocido con plenos derechos como "municipium" en la órbita de Roma en el 381 a.C. Se convirtiò en una pròspera ciudad y a finales de la epoca de la República fue considerada como ciudad de descanso de la nobleza romana, algunos de los que se pueden nombrar que han tenido villas en la zona fueron , Neròn, Galba, Tiberio, Sila, Cicerón.
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En el siglo X, se convirtió en un importante centro feudal, sede de los condes de Tuscolo y mas tarde, también, cuna de los pontífices, como Benedicto VIII, Juan XIX y Benedicto IX.
La prosperidad de Tusculum no gustó a Roma quien tras varios ataques frustrados en el siglo XII, la ciudad fue arrasada el 17 de Abril de 1191, por las tropas de Enrique IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. El monarca, quien anteriormente mostraba favores hacia Tusculum, cediò a los halagos de Roma, la cual le ofreció a cambio de atacar a los tuscolanos, ser coronado Emperador de Roma, ratificando así, su poder, obteniendo además el permiso del Comune di Roma (institución que gobernaba)para entrar en la capital, ya que el Comune di Roma, negaba la entrada a la ciudad hasta al papa cuando surgían diferencias importantes entre el pontífice y dicha institución, concluyen las investigadoras.
