lunes, 29 de marzo de 2010

UN MONASTERIO ABANDONADO

Santa Cristina de Ribas de Sil vive momentos de descuido y de gamberrismo a pesar de ser un nuevo bien de interés cultural al que se le supone la máxima protección

Fuente: La voz de Galicia Publicado: 12-03-2010

.A finales de los años ochenta del pasado siglo comenzó su restauración, que fue pionera en su procedimiento. Unos años antes, en 1982, se inició la declaración del monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil como monumento histórico-artístico, aunque hubo que esperar al año 2007 para que la Xunta iniciase la incoación del expediente para declararlo bien de interés cultural (BIC). A pesar de conseguir tres años después este reconocimiento, esta joya monástica situada en el cañón del Sil es presa del abandono. La señalización que indica al visitante que ha llegado al monumento está emborronada. El acceso en rampa es peligroso para el público. Al llegar al claustro, una pintada en negro, con una fecha y los nombres «Gema Nico», mancha la piedra. Los paneles interpretativos del claustro tampoco están enteros, pues a uno le falta la lámina en color que daba datos sobre tan singular edificio y en su lugar se leía, hasta que lo denunció La Voz, «espírito da natureza» , escrito con bolígrafo o rotulador. Esta pequeña limpieza la hizo el alcalde.


En las pasarelas que permiten ver el claustro hay goteras, y en el suelo de las estancias inferiores, rastros de hogueras. Las maderas de las pasarelas tienen nombres de personas grabados con objetos punzantes. Varios cristales están dañados. En dos habitáculos de la planta baja quedan restos de pintura mural que se están estropeando, pues se han caído trozos de policromía y de cal. La puerta de acceso al campanario está forzada y rota, por lo que ascender por la escalera de madera puede resultar un peligro.

En la iglesia, hay tejas en mal estado y la vegetación crece en los huecos de campanas. De estos instrumentos hubo uno y fue robado. En su día fueron robadas laudas sepulcrales. Y no hace muchos meses, a este nuevo BIC le tuvieron que levantar de nuevo un muro que sostiene el terreno sobre el que se levanta en medio de una impresionante ladera.

El alcalde de Parada de Sil, Francisco Magide, quiere intervenir para atender el monumento y protegerlo del gamberrismo, pero el BIC tiene dueños. El Obispado de Ourense conserva la iglesia, cuyas puertas fueron forzadas varias veces. Y el claustro es de al menos cinco propietarios privados. Santa Cristina recibe al año unas 25.000 visitas. Magide lo dice claro: «Eu xa non podo facer máis. Temos un proxecto de mellora do entorno, queremos poñer unha persoa para limpeza e atender aos visitantes cobrando un euro a cambio dun folleto e ter audioguías». Nada se puede hacer mientras no cedan al Concello el monumento.

La profesora Yolanda Barriocanal, de la Universidade de Vigo, acercó al público la mejor guía sobre Santa Cristina. El pasado año, el joven investigador Víctor Rodríguez presentó un trabajo que permite conocer la vida del cenobio porque transcribió del latín los 129 documentos que se conservan de los años 876 al 1515. Son las luces y las sombras de un monumento que no puede seguir así.

Entradas populares